SALUDando a Los Cabos

Luxury Avenue

jueves, 30 de abril de 2015

Obesidad Infantil


Hola a todos los niños interiores, por estar tan cerca la fecha del día del niño, creo que es importante la prevención de enfermedades y problemas de autoestima, por lo que este tema es de vital importancia para los papás. 

Aumento del sobrepeso y la obesidad infantiles
La obesidad infantil es uno de los problemas de salud pública más graves del siglo XXI. El problema es mundial y está afectando progresivamente a muchos países de bajos y medianos ingresos, sobre todo en el medio urbano. La prevalencia ha aumentado a un ritmo alarmante. Se calcula que en 2010 hay 42 millones de niños con sobrepeso en todo el mundo, de los que cerca de 35 millones viven en países en desarrollo.

Los niños obesos y con sobrepeso tienden a seguir siendo obesos en la edad adulta y tienen más probabilidades de padecer a edades más tempranas enfermedades no transmisibles como la diabetes y las enfermedades cardiovasculares. El sobrepeso, la obesidad y las enfermedades conexas son en gran medida prevenibles. Por consiguiente hay que dar una gran prioridad a la prevención de la obesidad infantil.

¿Qué son el sobrepeso y la obesidad?

El sobrepeso y la obesidad se definen como «una acumulación anormal o excesiva de grasa que supone un riesgo para la salud».





Medición del sobrepeso y la obesidad

Resulta difícil encontrar una forma simple de medir el sobrepeso y la obesidad en niños y adolescentes porque su organismo sufre una serie de cambios fisiológicos a medida que van creciendo. Dependiendo de la edad, existen varios métodos para determinar qué es un peso corporal saludable:








Entre los 0 y los 5 años

Los Patrones de crecimiento infantil de la OMS, presentados en abril de 2006, incluyen mediciones del sobrepeso y la obesidad en lactantes y niños de hasta 5 años.


Entre los 5 y los 19 años

La OMS ha elaborado Datos de referencia sobre el crecimiento entre los 5 y los 19 años. Se trata de una reconstrucción de la referencia de 1977 del Centro Nacional de Estadísticas Sanitarias (NCHS)/OMS y utiliza los datos originales del NCHS, complementados con datos de la muestra de menores de 5 años utilizada para elaborar los patrones de crecimiento infantil de la OMS.


En adultos

El parámetro más utilizado para medir el sobrepeso y la obesidad es el índice de masa corporal (IMC), cuya determinación es sencilla y permite identificar el sobrepeso y la obesidad en los adultos, tanto a nivel individual como poblacional. El IMC se define como el peso en kilogramos dividido por el cuadrado de la talla en metros (kg/m2). El IMC es el mismo para ambos sexos y todas las edades (en adultos). Sin embargo, debe considerarse como una orientación no muy precisa, porque puede no corresponderse con el mismo porcentaje de grasa corporal en diferentes individuos. El IMC todavía no es utilizable en los niños.


¿Por qué son importantes el sobrepeso y la obesidad infantiles?

Consecuencias de los modos de vida poco saludables durante la infancia

La obesidad infantil se asocia a una mayor probabilidad de muerte y discapacidad prematuras en la edad adulta. Los niños con sobrepeso u obesos tienen mayores probabilidades de seguir siendo obesos en la edad adulta y de padecer a edades más tempranas enfermedades no transmisibles como la diabetes o las enfermedades cardiovasculares.
El riesgo de la mayoría de las enfermedades no transmisibles resultantes de la obesidad depende en parte de la edad de inicio y de la duración de la obesidad. La obesidad en la infancia y la adolescencia tienen consecuencias para la salud tanto a corto como a largo plazo. Las consecuencias más importantes del sobrepeso y la obesidad infantiles, que a menudo no se manifiestan hasta la edad adulta, son:
  • ·        las enfermedades cardiovasculares (principalmente las cardiopatías y los accidentes vasculares cerebrales);
  •            la diabetes;
  •            los trastornos del aparato locomotor, en particular la artrosis, y
  • ·       ciertos tipos de cáncer (de endometrio, mama y colon).

Los datos de 2005 muestran las consecuencias a largo plazo de un estilo de vida no saludable. Cada año mueren a consecuencia del sobrepeso y la obesidad por lo menos 2,6 millones de personas.


La doble carga: un riesgo grave

Muchos países de bajos y medianos ingresos se enfrentan en la actualidad a una "doble carga" de morbilidad: siguen debatiéndose con el problema de las enfermedades infecciosas y la subnutrición, y al mismo tiempo están sufriendo un rápido aumento de los factores de riesgo de enfermedades no transmisibles como la obesidad y el sobrepeso, especialmente en el medio urbano. No es raro que en un mismo país, comunidad u hogar coexistan lado a lado la subnutrición y la obesidad.
Esta doble carga es causada por una nutrición inadecuada durante el periodo prenatal, la lactancia y la infancia, seguida de una exposición a alimentos ricos en grasas y calorías y pobres en micronutrientes, así como de una falta de actividad física a medida que el niño va creciendo.



¿Cuáles son las causas?







Causas por las que los niños y adolescentes se vuelven obesos

La causa fundamental del sobrepeso y la obesidad infantiles es el desequilibrio entre la ingesta calórica y el gasto calórico. El aumento mundial del sobrepeso y la obesidad infantiles es atribuible a varios factores, tales como:
·       El cambio dietético mundial hacia un aumento de la ingesta de alimentos hipercalóricos con abundantes grasas y azúcares, pero con escasas vitaminas, minerales y otros micronutrientes saludables.
·       La tendencia a la disminución de la actividad física debido al aumento de la naturaleza sedentaria de muchas actividades recreativas, el cambio de los modos de transporte y la creciente urbanización.

Causas sociales de la epidemia de obesidad infantil

La OMS reconoce que la prevalencia creciente de la obesidad infantil se debe a cambios sociales. La obesidad infantil se asocia fundamentalmente a la dieta malsana y a la escasa actividad física, pero no está relacionada únicamente con el comportamiento del niño, sino también, cada vez más con el desarrollo social y económico y las políticas en materia de agricultura, transportes, planificación urbana, medio ambiente, educación y procesamiento, distribución y comercialización de los alimentos.
El problema es social y por consiguiente requiere un enfoque poblacional, multisectorial, multidisciplinar y adaptado a las circunstancias culturales.
Al contrario de la mayoría de los adultos, los niños y adolescentes no pueden elegir el entorno en el que viven ni los alimentos que consumen. Asimismo, tienen una capacidad limitada para comprender las consecuencias a largo plazo de su comportamiento. Por consiguiente necesitan una atención especial en la lucha contra la epidemia de obesidad.


¿Qué se puede hacer para luchar contra la epidemia de obesidad infantil?

El sobrepeso, la obesidad y las enfermedades no transmisibles conexas son en gran medida prevenibles. Se acepta que la prevención es la opción más viable para poner freno a la epidemia de obesidad infantil, dado que las prácticas terapéuticas actuales se destinan en gran medida a controlar el problema, más que a la curación. El objetivo de la lucha contra la epidemia de obesidad infantil consiste en lograr un equilibrio calórico que se mantenga a lo largo de toda la vida.


Recomendaciones generales

 
·       aumentar el consumo de frutas y hortalizas, legumbres, cereales integrales y frutos secos;
·       reducir la ingesta total de grasas y sustituir las saturadas por las insaturadas;
·       reducir la ingesta de azúcares, y
·       mantener la actividad física: un mínimo de 60 minutos diarios de actividad física de intensidad moderada o vigorosa que sea adecuada para la fase de desarrollo y conste de actividades diversas. Para controlar el peso puede ser necesaria una mayor actividad física.



Recomendaciones para la sociedad

Para frenar la epidemia de obesidad infantil es necesario un compromiso político sostenido y la colaboración de muchas partes interesadas, tanto públicas como privadas. Los gobiernos, los asociados internacionales, la sociedad civil, las organizaciones no gubernamentales y el sector privado tienen un papel fundamental en la creación de entornos saludables y de condiciones de asequibilidad y accesibilidad de opciones dietéticas más saludables para los niños y los adolescentes. Por consiguiente, el objetivo de la OMS consiste en movilizar estos asociados e involucrarlos en la aplicación de la Estrategia mundial sobre régimen alimentario, actividad física y salud.
La OMS apoya la definición, aplicación y seguimiento de medidas, así como el liderazgo en su aplicación. Para avanzar es necesario un enfoque multisectorial que movilice las energías, recursos y conocimientos técnicos de todas las partes interesadas a escala mundial.



Lecciones para prevenir la obesidad infantil

  • Trabajo colaborativo entre comunidad, escuela y autoridades: clave para reducir la obesidad infantil en México
La promoción de una alimentación saludable y actividad física en niños y niñas de 6 a 10 años dentro de las escuelas, podría contribuir a la prevención del sobrepeso y obesidad, así lo demostró un estudio desarrollado en Tlaltizapán, Morelos, por los institutos nacionales de Salud Pública (INSP) y de Pediatría (INP), en colaboración con el Instituto de Nutrición y Tecnología de Alimentos de Chile (INTA).
El estudio se centró en promover hábitos de alimentación saludable y actividad física tanto en las escuelas como en el entorno comunitario, logrando una amplia participación de las familias y una estrecha colaboración de las autoridades municipales, educativas y de salud de la comunidad.
Padres de familia, alumnos, profesores, directivos y vendedores de alimentos en las escuelas participaron en talleres y actividades prácticas de capacitación, concientización y promoción, con el objetivo de aumentar la actividad física, la disponibilidad y consumo de verduras, frutas, alimentos saludables y agua, así como reducir la disponibilidad y consumo de alimentos y bebidas cuya venta está restringida por los lineamientos escolares establecidos en 2011 por las Secretarías de Educación y de Salud.
Las actividades de promoción contaron con amplia participación de madres de familia, quienes realizaron concursos sobre recetas saludables, lograron la impresión de un recetario de los platillos locales más saludables, la difusión de estas acciones en programas de radio y desarrollaron múltiples actividades lúdicas con la participación de los menores. Estas acciones tuvieron un gran impacto en el empoderamiento de los Consejos Escolares de Participación Social, conformados principalmente por madres y padres de familia comprometidos con la salud de sus hijos, beneficiando a las más de 760 familias de las escuelas de nivel primaria de la localidad.
Los resultados obtenidos por el estudio fueron muy alentadores y se reflejaron en un incremento significativo de la condición física de los niños en velocidad y resistencia, gracias a la mejora en la calidad de las clases de educación física, la práctica cotidiana de activación física y la implementación de recreos activos.

Entre los resultados sobre actividad física se encuentran:
  • Las clases de educación física aumentaron alrededor de 15 minutos de duración.
  • La actividad física moderada y vigorosa en dichas clases aumentó 16 minutos en promedio.
  • En escuelas de tiempo completo se logró incrementar en 2 660 el número de pasos de los niños durante la jornada escolar, y en 531 pasos en las escuelas de horario regular.




Respecto a la promoción de la alimentación saludable, algunos de los logros fueron:
  • Una disminución importante en el consumo, durante el periodo escolar de alimentos y bebidas restringidas por los lineamientos escolares.
  • Se redujo en 86% el consumo de botanas dulces compradas en la escuela durante el recreo, como galletas, pastelillos, dulces, chocolates, etc.
  • Disminuyó en 72% el consumo de alimentos fritos comprados en la escuela.
El estudio se diseñó tomando en cuenta la experiencia del Instituto de Nutrición y Tecnología de Alimentos de Chile (INTA), institución que ha aplicado programas de promoción de alimentación saludable y actividad física en escuelas de Chile, con excelentes resultados y reconocimiento internacional. Considerando estos logros, el estudio se llevó a cabo del 2011 al 2013 bajo el liderazgo del Dr. Juan Ángel Rivera Dommarco, director del Centro de Investigación en Nutrición y Salud del INSP y del Mtro. Héctor Ávila Rosas, jefe del Departamento de Investigación en Epidemiología del INP; y con la participación de un equipo de enfermeras, profesores de educación física, nutriólogas, psicólogos y médicos coordinados por la Mtra. Jessica Moreno Saracho, investigadora del INSP.
La investigación realizada en Tlaltizapán mostró la complejidad del problema que representa la obesidad y sus resultados aportan evidencia útil para la promoción de la alimentación saludable y la actividad física en escolares, y brindan bases para proponer estrategias para reducir la prevalencia de obesidad infantil con el trabajo colaborativo entre la comunidad, la escuela y las autoridades.
“Estamos contentos con los resultados que se lograron gracias a la participación de las madres de familia, maestros, directores y equipos de los institutos de salud que participamos. Esta experiencia nos enseñó muchas lecciones que pueden ser de utilidad para mejorar la implementación de las regulaciones de alimentos y la promoción de actividad física en las escuelas, para mejorar la nutrición de los niños.” puntualizó el Dr. Juan Rivera Dommarco durante la presentación de los resultados del estudio.

THE LANCET PUBLICA SERIE SOBRE LA OBESIDAD EN EL MUNDO

  • El fracaso mundial al intentar abatir la epidemia de obesidad demanda una nueva forma de pensar el problema, aseguran los expertos
Cuernavaca, Mor. (Febrero 18, 2015) El progreso en la lucha contra la obesidad a nivel mundial es “inaceptablemente lento”, de acuerdo con lo expuesto en los seis artículos que conforman la nueva Serie sobre obesidad publicada en la revista The Lancet este día.
De acuerdo con la Serie, hacia el 2010 tan solo uno de cada cuatro países había implementado políticas públicas para promover una alimentación saludable. En todo el mundo las tasas de obesidad infantil se incrementaron dramáticamente en menos de una generación, y si bien en algunos países estas tasas han comenzado a estabilizarse, ninguna nación cuenta con datos sobre una disminución de las tasas de obesidad entre su población.

Por otro lado, la industria alimentaria tiene un interés especial en la población infantil, ya que una exposición repetida a bebidas endulzadas y alimentos altamente procesados durante esta etapa crea preferencias de sabor, lealtad a la marca, y otros “beneficios” para la industria. No obstante, pocos países han desarrollado políticas o implementado las recomendaciones internacionales para proteger a los niños de los daños a la salud causados por la obesidad.


Las estimaciones presentadas en la serie de The Lancet sugieren que el consumo de calorías ha aumentado considerablemente en niños, en parte asociado al interés que la industria de los alimentos tiene en ellos. En Estados Unidos, por ejemplo, los niños consumen en promedio 200 kcal más al día de lo que hacían en la década de los 70, lo que representa un negocio de 20 mil millones de dólares para la industria alimentaria.




Por otra parte, los colaboradores de la Serie apuntan a la importancia de reformular la posición que se tiene frente a la epidemia de obesidad para lograr detenerla y revertirla, ya que en términos generales, el avance ha sido poco. En este sentido, deben reconocerse las responsabilidades sobre la salud tanto del individuo como de los ambientes alimentarios, influenciados éstos por determinantes biológicos, psicológicos, sociales y económicos. Asimismo, señalan la necesidad de romper el “círculo vicioso” de la oferta y la demanda de alimentos poco saludables a través de la implementación de políticas gubernamentales “inteligentes”, en un esfuerzo conjunto con la industria y la sociedad. Dichas políticas deberán propiciar un ambiente saludable; una mejor disponibilidad, precio y estándares nutricionales; una regulación más estricta de la publicidad que influya en la elección de alimentos y bebidas y otras medidas como impuestos sobre productos no saludables, etc.

Sin embargo, la responsabilidad de reducir la prevalencia de la obesidad va mucho más allá de los gobiernos, dicen los autores de la serie, y hacen un llamado a los profesionales de la salud pública y a la sociedad: recomiendan la acción civil como clave para apoyar las políticas contra la obesidad e insisten en que debe mejorarse la capacitación de los profesionales de la salud, particularmente frente a los prejuicios acerca de los pacientes con obesidad.

La Serie sobre Obesidad puede consultarse en el sitio web de la revista The Lancet, en el siguiente enlace:www.thelancet.com/series/obesity-2015

Por su parte, el Dr. Juan Rivera Dommarco, director adjunto del Centro de Investigación en Nutrición y Salud del Instituto Nacional de Salud Pública, participó como coautor del artículo “Mobilisation of public support for policy actions to prevent obesity”, en el que los expertos muestran la importancia y el papel que tienen diversos actores sociales, incluyendo la sociedad civil, en la demanda de políticas públicas para la prevención de la obesidad.



martes, 21 de abril de 2015

Hipertensión Arterial


Hola a tod@s, el tema que les tengo es muy muy importante, de hecho está considerado como problema de salud mundial, por la cantidad de personas que la padecen y la cantidad de complicaciones que nos desencadena. 
La hipertensión arterial, el término médico para la presión arterial alta, es conocida como «la muerte silenciosa». Casi 78 millones de estadounidenses (un 33% de la población) sufre presión arterial alta;unos 16 millones de personas ni siquiera saben que tienen esta enfermedad. Sin tratamiento, la presión arterial alta aumenta apreciablemente el riesgo de un ataque al corazón o un accidente cerebrovascular (o ataque cerebral).

El corazón bombea sangre a través de una red de arterias, venas y capilares. La sangre en movimiento empuja contra las paredes de las arterias y esta fuerza se mide como presión arterial.
La presión arterial alta es ocasionada por un estrechamiento de unas arterias muy pequeñas denominadas «arteriolas» que regulan el flujo sanguíneo en el organismo. A medida que estas arteriolas se estrechan (o contraen), el corazón tiene que esforzarse más por bombear la sangre a través de un espacio más reducido, y la presión dentro de los vasos sanguíneos aumenta.
La hipertensión puede afectar a la salud de cuatro maneras principales:
  • Endurecimiento de las arteriasLa presión en el interior de las arterias puede causar engrosamiento de los músculos que recubren la pared arterial y estrechamiento de las arterias. Si un coágulo de sangre obstruye el flujo sanguíneo al corazón o al cerebro, puede producir un ataque al corazón un accidente vascular cerebral (embolia o hemorragia cerebral).
     
  • Agrandamiento del corazón. La presión arterial alta hace trabajar más al corazón. Al igual que cualquier otro músculo del cuerpo que se someta a exceso de ejercicio, el corazón aumenta de tamaño para poder realizar el trabajo adicional. Cuanto más grande sea el corazón, más sangre rica en oxígeno necesitará, pero menos podrá mantener una circulación adecuada. A consecuencia de esta situación, la persona afectada se sentirá débil y cansada, y no podrá hacer ejercicio ni realizar actividades físicas. Sin tratamiento, la insuficiencia cardiaca seguirá empeorando.
     
  • Daño renal. La presión arterial alta prolongada puede lesionar los riñones si el riego sanguíneo de estos órganos se ve afectado.
     
  • Daño ocular. En los diabéticos, la hipertensión puede generar rupturas en los pequeños capilares de la retina del ojo, ocasionando derrames. Este problema se denomina «retinopatía» y puede causar ceguera.
¿Qué factores causan hipertensión?
__________________________________________
Alrededor del 90 al 95 por ciento de todos los casos de presión arterial alta constituyen lo que se denomina hipertensión primaria o esencial. Esto significa que se desconoce la verdadera causa de la presión arterial alta, pero existen diversos factores relacionados con la enfermedad. El riesgo de sufrir de hipertensión es mayor si la persona:
  • Tiene antecedentes familiares de hipertensión.
  • Es afroamericana. Los afroamericanos tienen una mayor incidencia de hipertensión arterial que los blancos, y la enfermedad suele aparecer a menor edad y ser más grave.
  • Es hombre. En las mujeres el riesgo es mayor después de los 55 años.
  • Tiene más de 60 años. Los vasos sanguíneos se debilitan con los años y pierden su elasticidad.
  • Se enfrenta a niveles altos de estrés. Según algunos estudios, el estrés, la ira, la hostilidad y otras características de la personalidad contribuyen a la hipertensión, pero los resultados no han sido siempre uniformes.
  • Sufre de sobrepeso u obesidad.
  • Usa productos de tabaco. El cigarrillo daña los vasos sanguíneos.
  • Usa anticonceptivos orales. Las mujeres que fuman y usan anticonceptivos orales aumentan considerablemente su riesgo.
  • Lleva una alimentación alta en grasas saturadas.
  • Lleva una alimentación alta en sodio (sal).
  • Bebe más de una cantidad moderada de alcohol. Según los expertos, el consumo moderado es un promedio de una o dos bebidas por día para los hombres y de una bebida por día para las mujeres. Una bebida se define como 1,5 onzas líquidas (44 ml) de bebidas espirituosas de una graduación alcohólica de 40° (80 proof) (p. ej. whisky americano o escocés, vodka, ginebra, etc.), 1 onza líquida (30 ml) de bebidas de una graduación alcohólica de 50° (100 proof), 4 onzas líquidas (118 ml) de vino o 12 onzas líquidas (355 ml) de cerveza.
  • Es físicamente inactiva.
  • Es diabética.
Los investigadores han descubierto además un gen que parece asociarse con la presión arterial alta. Si usted porta este gen, tiene más probabilidades de sufrir presión arterial alta, de modo que le conviene tomarse la presión con frecuencia y eliminar la mayor cantidad posible de los demás factores de riesgo que tenga.
El 5 a 10 por ciento restante de los pacientes con presión arterial alta sufren de lo que se denomina hipertensión secundaria. Esto significa que la presión arterial alta es causada por otra enfermedad o afección. Muchos casos de hipertensión secundaria son ocasionados por trastornos renales. Los siguientes son otros factores que pueden causar hipertensión secundaria:
  • Alteraciones de las glándulas paratiroides.
  • Acromegalia, que es cuando la glándula pituitaria produce un exceso de hormona del crecimiento.
  • Tumores en las glándulas suprarrenales o pituitaria.
  • Reacciones a medicamentos recetados para otros problemas médicos.
  • Embarazo.








¿Cuáles son los síntomas de hipertensión?
La mayoría de las personas que sufren de hipertensión no presentan síntomas. En algunos casos, pueden sentirse palpitaciones en la cabeza o el pecho, mareos y otros síntomas físicos. Cuando no hay síntomas de advertencia, la enfermedad puede pasar desapercibida durante muchos años.








¿Cómo se diagnostica la hipertensión?
__________________________________________
Para saber si se sufre de hipertensión es necesario consultar al médico. Debe realizarse un examen médico general que incluya una evaluación de los antecedentes familiares. El médico tomará varias lecturas de presión arterial por medio de un instrumento denominado «esfigmomanómetro» y realizará algunos estudios de rutina.

El Médico Samuel Basch, Austriaco, judío y excelente profesional de la salud inventa posterior a su estadía en México con el Emperador Maximiliano de Habsburgo el aparato para medir la presión arterial con agua. 
Posteriormente el Médico Italiano Scipione Riva-Rocci lo perfecciona en 1896, usando para tal propósito, la columna de mercurio, siendo ésta la que se usa actualmente; y en 1916, William Baum lo hizo portátil, de allí el nombre “baumanómetro”).
 Foto de uno de los primeros esfingomanómetros.

Para la población general, el Programa de Actividades Preventivas y Promoción de la Salud (PAPPS) recomienda tomar la presión arterial al menos una vez hasta los 14 años de edad y, si es normal, repetir la toma cada 4-5 años hasta los 40. A partir de los 40 cada 1-2 años sin límite de edad. Si existiera algún otro condicionante concreto se realizará con la periodicidad que sea procedente, según criterio del médico.
La línea divisoria entre tensión normal y tensión alta es arbitraria, ya que no hay valores que signifiquen riesgo cero, pero si las presiones arteriales se mantienen en cifras superiores a 140/90 mm Hg en varias determinaciones (habitualmente un mínimo de tres) se establece el diagnóstico de hipertensión.

Pruebas complementarias

Toma de la presión arterial: la referencia básica para medir la presión arterial sigue siendo la PA clínica tomada con esfigmomanómetro de mercurio en la consulta del profesional sanitario.
Sin embargo, dada la amplia variabilidad que presenta la presión arterial, y gracias a que la tecnología actual lo permite, mediante el uso de aparatos específicos, valorar la PA del paciente fuera del ambiente sanitario es también muy útil y aporta información complementaria. Hay dispositivos de AMPA (Automonitorización de la Presión Arterial) disponibles, para que el paciente se pueda tomar él mismo la presión arterial, y de MAPA (Monitorización Ambulatoria de la Presión Arterial) para realizar un registro de 24 horas. La recomendación es que el uso de estas dos técnicas debiera generalizarse cada vez más.
El estudio de todo paciente hipertenso debe completarse con una analítica de sangre y orina y la realización de un electrocardiograma. Es muy importante descartar la existencia de otros factores de riesgo añadidos, especialmente azúcar y colesterol elevados.

Últimos métodos para diagnosticar la hipertensión

Se están probando varios métodos que pueden ser útiles para detectar la hipertensión y el consecuente riesgo cardiovascular del paciente. Entre ellos, la ecografía abdominal y cardíaca, la ecografía de carótida y las técnicas de valoración de disfunción endotelial.
Otra técnica que se está comenzando a implantar en unidades especializadas es la bioimpedancia transtorácica, que permite, además de saber si el paciente tiene hipertensión arterial, cuál es la causa que la origina, lo que facilita la elección del mejor tratamiento para el hipertenso.

El médico también puede utilizar un aparato denominado «oftalmoscopio» para examinar los vasos sanguíneos de los ojos y determinar si ha habido algún engrosamiento, estrechamiento o ruptura, lo cual puede ser un indicio de presión arterial alta. Empleará además un estetoscopio para escuchar el sonido del corazón y del flujo sanguíneo por las arterias. En algunos casos puede ser necesario realizar una radiografía de tórax y un electrocardiograma.


Lecturas de presión arterial
Las lecturas de presión arterial miden las dos partes de la presión: SISTÓLICA Y DIASTÓLICA.

La presión sistólica es la fuerza del flujo sanguíneo por una arteria al latir el corazón. La presión diastólica es la fuerza del flujo sanguíneo dentro de los vasos sanguíneos cuando el corazón descansa entre un latido y otro.

Una lectura de presión arterial mide tanto la fuerza sistólica como la diastólica, anotándose la sistólica en primer lugar. Las cifras indican la presión en unidades de milímetros de mercurio (mm Hg), es decir, la altura a la cual la presión dentro de las arterias podría elevar una columna de mercurio. Por ejemplo, una lectura de 120/80 mm Hg significa que la presión sistólica es de 120 mm Hg y la diastólica es de 80 mm Hg.

La mayoría de los médicos no hacen un diagnóstico definitivo de hipertensión hasta no haber medido la presión arterial varias veces (un mínimo de 2 lecturas en 3 días diferentes). Algunos médicos les piden a sus pacientes que utilicen un aparato portátil que mide la presión arterial durante varios días seguidos. Este aparato puede ayudar al médico a determinar si un paciente sufre verdaderamente de hipertensión o solo de lo que se denomina «hipertensión de consultorio». 

La hipertensión de consultorio es aquella en la que la presión arterial del paciente se eleva durante la consulta médica, probablemente a causa de ansiedad y estrés.


¿Con qué frecuencia debe controlarse la presión arterial?
Los adultos deben controlarse la presión arterial por lo menos una vez por año. Muchos supermercados y farmacias ofrecen dispositivos automáticos que los clientes pueden utilizar gratuitamente cuando quieran. Sin embargo, debe tenerse presente que estos dispositivos pueden no brindar una lectura precisa.

Las farmacias, tiendas y otros locales venden monitores para medirse la presión arterial en el hogar. Sin embargo, estos dispositivos tampoco miden siempre con precisión. La lectura obtenida con el monitor personal debe compararse siempre con aquella obtenida con el aparato del médico, para asegurar que sean iguales. Recuerde que toda cifra superior a la normal es motivo de consultar al médico, quien podrá hablar con usted sobre el mejor plan de acción.


¿Qué cifra es demasiado elevada?
Según las nuevas pautas publicadas por el Instituto Nacional de los Pulmones, el Corazón y la Sangre de los Estados Unidos (NHLBI) en el año 2003, una lectura inferior a 120/80 mm Hg ahora se considera presión arterial normal. Una presión arterial de entre 120/80 y 139/89 (que antes se consideraba normal) ahora se clasifica dentro de una categoría denominada "prehipertensión". Según el NHLBI, aproximadamente 45 millones de estadounidenses estarían comprendidos en esta categoría, lo cual significa que tienen el doble de riesgo de sufrir presión arterial alta en el futuro.
Tabla de clasificación de presión arterial
Categoría
Sistólica (mm Hg)
Diastólica (mm Hg)
Normal
Inferior a 120
Inferior a 80
Prehipertensión
120-139
80-89

Hipertensión 
Grado 1
140-159
90-99
Grado 2
160 o más
100 o más
Adaptada de The Seventh Report on the Joint National Committee on Prevention, Detection, Evaluation, and Treatment of High Blood Pressure (JNCT), Publicación NIH N.°  03-5233, mayo 2003.


Tratamiento de la hipertensión arterial

El beneficio del tratamiento farmacológico es máximo en los pacientes de alto riesgo, es decir, los que tienen cifras de presión arterial más altas, o los que presentan otros factores de riesgo asociados, como tabaquismo, diabetes, colesterol, obesidad
El tratamiento de la hipertensión puede hacerse mediante dos vías, por un lado la adquisición de hábitos de vida saludables, y por otro lado mediante fármacos.


Tratamiento no farmacológico de la hipertensión


 El tratamiento no farmacológico de la hipertensión incluye todas aquellas medidas consideradas como estilos de vida saludables recogidas en el apartado de prevención. En todos los hipertensos se recomienda una restricción moderada de sal, especialmente en individuos ancianos y de raza negra, que responden mejor a la disminución de sal.
La reducción de peso si este fuera excesivo también es un aspecto fundamental, si bien una reducción de 5-10%, al menos como planteamiento inicial, puede ser un objetivo mucho más asequible que intentar conseguir el peso ideal.  



¿Qué es la dieta DASH?

DASH es el acrónimo formado por las iniciales de las palabras inglesas "Dietary Approaches to StopHypertension", que quiere decir enfoques de la dieta para frenar la hipertensión. DASH es un plan de alimentación balanceado que su médico de familia le puede recomendar con el objeto de disminuir su presión arterial (sanguínea). La dieta DASH:

  • es baja en sal, grasas saturadas, colesterol y grasa total.
  • La dieta se basa en el consumo de frutas, vegetales, y productos lácteos sin grasa o con un contenido bajo en grasa.
  • Incluye granos enteros, pescado, aves y nueces.
  • Limita el consumo en la dieta de carne roja, dulces, azúcares añadidas y bebidas que contienen azúcar.
  • Ésta es rica en potasio, magnesio y calcio al igual que en proteína y fibra.


¿Cómo puede ayudar la dieta DASH a mantenerme sano?

Consumir demasiado sodio (sal) en la dieta puede contribuir a que usted tenga la presión arterial sistémica o cual se conoce con el nombre de hipertensión. Algunos alimentos contienen sal natural, y cuando la comida se prepara o procesa se le añade algo de sal. Seguir las recomendaciones de la dieta DASH puede ayudarle a disminuir su presión arterial o a prevenir la hipertensión al disminuir el consumo de sodio (sal) en su dieta a menos de 2.300 mg al día.
Las frutas, vegetales y granos enteros recomendados en la dieta DASH proporcionan muchos otros elementos de una dieta saludable tales como licopeno, beta caroteno e isoflavonas. Estos pueden ayudarle a proteger su cuerpo contra problemas comunes de salud tales como cáncer, osteoporosis, derrame (embolia) y diabetes. Seguir la dieta DASH también puede ayudar a disminuir su riesgo de enfermedad del corazón al disminuir su nivel de lipoproteína de baja densidad, también conocida como colesterol LDL o colesterol "malo".
Seguir la dieta DASH también puede bajar su presión arterial unos cuántos puntos en tan solo unas dos semanas. Sin embargo, usted no debe dejar de tomar su medicamento para la presión arterial o ningún otro medicamento recetado sin consultar primero con su médico.


¿Qué tipos de alimentos incluye la dieta DASH?

La nutrición de la dieta DASH está balanceada para lograr una buena salud. Usted no tiene que comprar ningún alimento ni píldoras especiales ni cocinar recetas especiales para seguir la dieta DASH. Si usted sigue la dieta DASH consumirá más o menos 2.000 calorías diarias. Estas calorías provendrán de una variedad de alimentos.

¿Dónde está el sodio (sal) en mi dieta?

PorciónContenido de sodio
¼ de cucharadita (cdta.) de sal de mesa575 mg
½ cucharadita (cdta.) de sal de mesa1.150 mg
1 cucharadita (cdta.) de sal de mesa2.300 mg
1 perro caliente460 mg
1 hamburguesa común de comida rápida600 mg
2 onzas de queso procesado600 mg
1 cucharada (cda.) de salsa de soja (soya)900 mg
1 porción de pizza congelada de carne y vegetales982 mg
8 onzas de papitas fritas de paquete1.192 mg

La dieta DASH

  • Granos enteros (6 a 8 porciones diarias)
  • Vegetales (4 a 5 porciones diarias)
  • Frutas (4 a 5 porciones diarias)
  • Leche y productos lácteos con un contenido bajo en grasa o sin grasa (2 a 3 porciones diarias)
  • Carnes magras, ave y pescado (6 ó menos porciones diarias)
  • Nueces, semillas y leguminosas (4 a 5 porciones diarias)
  • Grasas y aceites (2 a 3 porciones diarias)
  • Dulces, preferiblemente con un contenido bajo en grasa o sin grasa (5 ó menos por semana)
  • Sodio ( no más de 2.300 mg al día)
Usted puede adaptar la dieta DASH a sus necesidades. Por ejemplo:
  • Si usted consume alcohol limítese a tomar dos copas al día o menos si es hombre, y una copa al día o menos si es mujer.
  • Para disminuir su presión arterial aún más, reemplace algunos de los carbohidratos de la dieta DASH por proteína con un contenido bajo en grasa y por grasas no saturadas.
  • Si necesita bajar de peso, disminuya el número de calorías a aproximadamente 1.600 calorías diarias.
  • Si usted tiene 40 años o más, si es afroamericano o si ya tiene la presión arterial alta, siga una dieta con un contenido bajo en sodio; no más de 1.500 mg de sodio diarios.

¿Cómo puedo cambiar mis hábitos con respecto a la comida?

No se desanime si al comienzo le cuesta trabajo seguir la dieta DASH. Comience con metas pequeñas que logre cumplir. Las siguientes ideas le pueden ayudar a hacer cambios saludables en su estilo de vida.
  • Preste atención a sus hábitos alimenticios actuales. Haga una lista de todo lo que come durante dos o tres días. Compare la lista con las recomendaciones de la dieta DASH descritas arriba y vea qué cambios necesita hacer en su dieta.
  • Haga un cambio a la vez. Por ejemplo, comience escogiendo versiones de sus alimentos favoritos que contengan un contenido bajo en grasa o añadiendo más granos enteros a sus comidas.
  • Aprenda qué constituye una porción para cada tipo de comida. Por ejemplo, 1 porción equivale a 1 tajada de pan, 8 onzas de leche, 1 taza de vegetales crudos o a 1/2 taza de vegetales cocidos. Para ver más tamaños de las porciones ir ahttp://www.nhlbi.nih.gov/health/public/heart/hbp/dash/howmakedash.html. ¿No tiene una taza para medir? Una porción (3 onzas) de carne o ave es más o menos del tamaño de un naipe. Una porción (1/2 taza) de arroz o de papa es más o menos la mitad del tamaño de una bola de béisbol, y una porción de queso es más o menos el tamaño de cuatro dados uno encima de otro.
  • Si comer más frutas y verduras la da gases, sensación de hinchazón o diarrea, aumente el consumo de estos alimentos lentamente. Usted también puede consultar con su médico de familia si puede tomar medicamentos que no requieren receta para disminuir estos síntomas mientras que su organismo se acostumbra.
  • Haga más ejercicio. La actividad física le ayuda a bajar la presión sanguínea y también le puede ayudar a bajar de peso.
  • Use condimentos que no contengan sal; por ejemplo especias y hierbas para añadirle sabor a sus recetas y disminuir o eliminar el consumo de sal.
  • Incluya tantos alimentos frescos y sin procesar como le sea posible. Disminuya el consumo de comidas congeladas, mezclas para cocinar empacadas, sopas enlatadas; y aderezos (salsas) para ensaladas embotellados; todos estos con frecuencia tienen un contenido alto de sodio.
  • Cuando compre alimentos enlatados, congelados o procesados, verifique en los rótulos de los mismos la cantidad de sodio, azúcar y grasa saturada. Fíjese en las siguientes frases: no se añadió sal ("no salt added"), libre de sodio ("sodium-free)", con un bajo contenido en sodio ("low sodium"), o con un muy bajo contenido en sodio ("very low sodium"). Elija alimentos con grasas monosaturadas o poliinsaturadas.
  • Cocine al vapor, en la parrilla, con poca agua, ase o con muy poco aceite en una cacerola revolviendo constantemente. Use caldo con bajo contenido en sodio o agua en vez de mantequilla o aceite para saltear los alimentos.
  • Cuando coma en un restaurante pregunte cómo prepararon los alimentos. Pregunte si le pueden preparar su orden sin añadirle sal. No le añada a sus comidas condimentos salados tales como salsa de tomate, mostaza, encurtidos o salsas.
Tratamiento farmacológico de la hipertensión
Tratamiento farmacológico de la hipertensiónEs imprescindible cumplir bien el tratamiento prescrito por el médico. Existen muchos medicamentos eficaces para el control de la presión arterial,  pero cada paciente puede tener unas características que hagan que un fármaco sea más recomendable que otro. Se han de seguir escrupulosamente las indicaciones realizadas por el médico. En el caso de que se presenten efectos secundarios, estos suelen ser leves, pero si hay dudas es imprescindible consultar con el médico antes de modificar o suspender el tratamiento.
Suele ser habitual que muchos pacientes necesiten más de un fármaco para poder controlar adecuadamente su presión arterial.