SALUDando a Los Cabos

Luxury Avenue

lunes, 24 de marzo de 2014

Amigdalitis


AMIGDALITIS  CRÓNICA




AMIGDALAS Y ADENOIDES

Las amígdalas y adenoides son masas de tejido que se parecen a los nudos linfáticos o las glándulas del cuello, ingle o de las axilas. Las amígdalas son las dos masas de la parte posterior de la garganta. Los adenoides se encuentran en la parte superior de la garganta detrás de la nariz y el techo de la boca (paladar blando) y no se ven por la boca sin instrumentos especiales.

Las amígdalas y los adenoides están cerca de la entrada de la vía respiratoria donde pueden atrapar los gérmenes que causan las infecciones. Agarran "muestras" de las bacteria y de los virus y pueden infectarse ellos mismos. Los científicos creen que funcionan como parte del sistema inmunológico del cuerpo al filtrar los gérmenes que tratan de invadir el cuerpo y que ayudan a desarrollar los anticuerpos contra los gérmenes.

Esta función se realiza durante los primeros años de la vida, volviéndose menos importante a medida que el niño crece. Los niños operados de las amígdalas y los adenoides no sufren ninguna disminución de la inmunidad.

¿Cuándo Debería Consultar a Mi Médico?
Ud. debe ver a su médico cuando Ud. o su niño sufre los síntomas comunes de las amígdalas o los adenoides infectados o agrandados.

¿Qué Afecta Las Amígdalas Y Los Adenoides?
Los problemas más comunes que afectan las amígdalas y los adenoides son las infecciones repetidas de la garganta o del oído y la hipertrofia u obstrucción significativa que causa problemas de la respiración o la deglución.
Asimismo, los abscesos alrededor de las amígdalas, la amigdalitis crónica y las infecciones de las cavidades dentro de las amígdalas que producen materia cremosa y maloliente pueden afectar las amígdalas y los adenoides, dejándolos adoloridos e hinchados. Aunque poco frecuentes, puede haber tumores en las amígdalas.

Las amígdalas y las adenoides son parte del sistema linfático. 
Ayudan a protegerlo contra las infecciones al atrapar los gérmenes que pasan a través de la boca y la nariz. Algunas veces, las amígdalas y las adenoides se infectan. La amigdalitis provoca dolor e inflamación en las amígdalas. Las adenoides inflamadas pueden ser dolorosas, dificultar la respiración y causarle problemas en los oídos.
El primer tratamiento para la infección de las amígdalas y las adenoides son los antibióticos.
 Si las infecciones son frecuentes o tiene dificultades para respirar, es posible que necesite una cirugía. La cirugía para extirpar las amígdalas se denomina tonsilectomía. La cirugía para extraer las adenoides es una adenoidectomía.

Éstos son otros de los síntomas de la amigdalitis:
  • Dolor de garganta
  • Dolor y molestias al tragar
  • Fiebre
  • Ganglios linfáticos del cuello inflamados
  • Problemas para respirar
  • Ronquido
  • Amigdalitis o inflamaciones de garganta persistentes o recurrentes
  • Amígdalas inflamadas que dificultan la respiración
  • Dificultad para comer carne o alimentos que requieren masticarlos
  • Ronquidos que podrían afectar sus actividades cotidianas
  • Apnea obstructiva del sueño (un trastorno por el cual su hijo quizá deje de respirar durante varios segundos seguidos mientras duerme porque las amígdalas engrosadas le están obstruyendo parcialmente las vías respiratorias)


Si se agrandan las adenoides, la respiración puede ser difícil. Otras señales del agrandamiento son:

  • Respiración por la boca en vez de la nariz la mayor parte del tiempo
  • Nariz tapada cuando la persona habla
  • Respiración ruidosa durante el día
  • Infecciones repetidas del oído
  • Ronquidos de noche
  • Paros de la respiración por unos segundos de noche durante ronquidos o respiración ruidosa (apnea)






Complicaciones de la amigdalitis crónica

Una amigdalitis puede provocar complicaciones. En una amigdalitis aguda, las amígdalas pueden aumentar de tamaño y provocar asfixia. Esta situación, sin embargo, no es muy frecuente. Hay que tener especial precaución con los niños porque durante la infancia las amígdalas están dilatadas de por sí (hiperplasia tonsilar) y esto puede dificultar la respiración.

En caso de amigdalitis crónica también pueden darse complicaciones por agentes patógenos. Esto se debe a la presencia permanente de bacterias por la infección crónica. Por esta razón, las amígdalas inflamadas pueden ser el origen de enfermedades secundarias. Así, una amigdalitis causada por estreptococos puede causar fiebre

reumáticanefritisinflamaciones cardíacas, inflamaciones de las articulaciones (reumatismo articular) o dermatosis progresiva. En estos casos pueden producirse daños permanentes en los órganos afectados como, por ejemplo, un defecto valvular).

Tanto en una amigdalitis aguda como en una amigdalitis crónica pueden producirse abscesos como posible complicación. En este caso, el pus se acumula en el tejido próximo. Se habla entonces de absceso peritonsilar. 
Los indicios pueden ser fuertes dolores durante la deglución, incapacidad de deglutir, una apertura de boca dolorosa y difícil (rigidez de la mandíbula o trismo) o una prominencia irregular del paladar blando. Las amígdalas están muy hinchadas y empujan la campanilla hacia un lado. 
El peligro radica en que los gérmenes accedan al torrente sanguíneo y se extiendan por todo el cuerpo (sepsis), lo que puede provocar graves enfermedades en otros órganos. En este caso siempre se administran antibióticos intravenosos. Si se forma un absceso es necesaria una intervención quirúrgica rápida.

GUÍA PARA LA CIRUGIA

¿Qué es una amigdalectomía y una adenoidectomía?
La amigdalectomía es la extirpación de las amígdalas faríngeas. La adenoidectomía es la extirpación de las adenoides. A menudo se hacen conjuntamente una amigdalectomía y una adenoidectomía (adenoamigdalectomía.

¿Qué es lo que puedo esperar después de la cirugía?
Es común tener molestias en el estómago y vomitar durante las primeras 24 horas después de la cirugía.

A su hijo le puede doler la garganta por 2 semanas especialmente al comer. El dolor puede disminuir después de unos días y empeorar nuevamente. La voz de su hijo puede cambiar un poco después de la cirugía.

El dolor de oídos es común, especialmente al tragar, porque el oído y la garganta comparten el mismo nervio sensorial. También pueden ocurrir espasmos en la mandíbula (movimientos incontrolables de la mandíbula que pueden causar dolor.)

Es común el dolor del cuello después de una adenoidectomía y suele durar más o menos una semana.

¿Cómo debo cuidar a mi hijo?
Anímele a tomar muchos líquidos (por lo menos 2 a 3 onzas por hora para mantener la garganta húmeda.) Así el malestar disminuye y se previene la deshidratación (una dolencia peligrosa en la que el cuerpo se seca).

Dele la medicina para el dolor regularmente, dentro de los límites marcados por su médico. 
Administrarla antes de ir a la cama y al despertar por la mañana. Dele la medicina media hora antes de la comida para ayudarle a tragar con más facilidad.

Para prevenir el sangrado, intente no toser, sonar la nariz, carraspear ni escupir. Si es necesario limpiarse la nariz, hágalo con suavidad. Al estornudar, anime a su niño a abrir la boca y soltar el sonido para así prevenir la acumulación de presión.
Evite tener contacto con personas que tengan catarro, gripe u otra infección.

¿Qué es lo que puede comer mi hijo?
El día de la cirugía, dele solamente líquidos fríos y transparentes tales como:

  • Jugo de manzana
  • Gelatina
  • Paletas de hielo
  • Agua


Los líquidos son más importantes que la comida. Asegúrese de que su hijo está bebiendo mucho.
Evite frutas y jugos cítricos como el jugo de naranja y la limonada porque pueden irritar la garganta de su hijo. Evite alimentos calientes o picantes.

¿Qué más necesito saber?
No viaje fuera del alcance de su médico hasta que hayan pasado 2 semanas. La operación tarda en curarse unas 2 semanas. Anime a que su hijo juegue tranquilo en la casa por los primeros 3 a 5 días. 
No debe jugar activamente, practicar ejercicio físico o correr por 2 ó 3 semanas después de la cirugía.
Por lo general, los niños pueden volver a la escuela o guardería después de 7 a 10 días. La costra se cae entre los 7 y 14 días después de la cirugía. Esto puede resultar en un aumento de malestar o de dolor, pero raramente produce hemorragia (sangrado).

¿Cuándo debo llamar al cirujano?
  • La temperatura es más alta de 38.0°C
  • Cualquier clase de hemorragia de color rojo brillante
  • Si vomita sangre roja brillante (no líquido teñido de rosa)
  • Si le sangra la nariz
  • Si tiene dolor que no se alivia con las medicinas
  • Molestias en el estómago o vómito después de 24 horas (de la cirugía)

Síntomas de deshidratación:
  • Ojos hundidos
  • Labios secos, pegajosos
  • No orina en más de 8 horas
  • No tiene lágrimas





martes, 18 de marzo de 2014

Asma


Asma


¿Qué es el asma?
El asma es una enfermedad crónica que se caracteriza por ataques recurrentes de disnea y sibilancias, que varían en severidad y frecuencia de una persona a otra. Los síntomas pueden sobrevenir varias veces al día o a la semana, y en algunas personas se agravan durante la actividad física o por la noche.

¿En que consiste un ataque de asma?
Durante un ataque de asma, el revestimiento de los bronquios se inflama, lo que provoca un estrechamiento de las vías respiratorias y una disminución del flujo de aire que entra y sale de los pulmones. Los síntomas recurrentes causan con frecuencia insomnio, fatiga diurna, una disminución de la actividad y absentismo escolar y laboral.

¿Que provoca un ataque de asma?
El asma es un trastorno respiratorio crónico que se caracteriza por ataques recurrentes de disnea y sibilancias. Algunas causas y desencadenantes son comunes a todas las personas que sufren la enfermedad, pero hay también diferencias individuales. Aunque las causas últimas del asma no se conocen del todo, los factores de riesgo más importantes son productos inhalados, entre los que cabe citar los siguientes:


  • Alérgenos en espacios cerrados (por ejemplo los ácaros del polvo presentes en la ropa de cama, las alfombras y los muebles tapizados, la contaminación y la caspa de los animales domésticos);
  • Alérgenos en espacios exteriores (como pólenes y mohos);
  • Humo de tabaco, y;
  • Productos químicos irritantes en el lugar de trabajo.



Otros factores desencadenantes pueden ser el aire frío, una emoción extrema, de enfado o miedo, y el ejercicio físico.
En algunas personas el asma puede sobrevenir en respuesta a algunos medicamentos, como la aspirina y otros antiinflamatorios no esteroideos, o los betabloqueantes (empleados contra la hipertensión, algunos problemas cardiacos o la migraña). También la urbanización se ha asociado a un aumento de los casos de asma, pero no está clara la naturaleza exacta de esa relación.

Según estima la OMS, hay en el mundo unos 235 millones de personas que sufren asma. Aunque no se puede curar, un tratamiento apropiado permite controlar la enfermedad y disfrutar de una buena calidad de vida. Además, algunos niños con formas moderadas de la enfermedad superan sus síntomas con los años.


Historia del asma
El asma ya era conocida en tiempos de los egipcios, donde había más de 600 tratamientos.
El término viene del griego que significa: ”EXHALAR JADEANDO CON LA BOCA ABIERTA”
Estaba considerada como una enfermedad que afectaba a personas que estaban en contacto con telas o metales.
En el S XVII se establece la conexión entre el asma u e polvo orgánico.
Los nativos del suroeste de América se dejaban morder por pequeñas serpientes para inhalar su veneno y crear resistencia a ella,
S: XI los curanderos chinos hacían inhalar así pacientes extractos de llagas de varicela, aunque no tenía consecuencias buenas, sería u  adelanto a la vacuna respiratoria.
En 1891 se comprueba que son microorganismos los causantes de esta enfermedad.
1902 se publican los documentos para crear anafilaxis.
A partir de 1011 se publican los primeros tratamientos  de vacunas contra el asma, los cuales serían mejorados con el tiempo.

Estadísticas:
Que nos dice la OMS.
La tasa de letalidad del asma es relativamente baja en comparación con otras enfermedades crónicas; no obstante, en 2005 fallecieron 255 000 personas por esa causa.
La OMS calcula que en la actualidad hay 235 millones de pacientes con asma.
El asma es la enfermedad crónica más frecuente en los niños.
El asma está presente en todos los países, independientemente de su grado de desarrollo.
Más del 80% de las muertes por asma tienen lugar en países de ingresos bajos y medios-bajos.
A menudo el asma no se diagnostica correctamente ni recibe el tratamiento adecuado, creando así una importante carga para los pacientes y sus familias, y pudiendo limitar la actividad del paciente durante toda su vida.
Las muertes por asma aumentarán en casi un 20% en los próximos 10 años si no se toman medidas urgentes. El asma no se cura, pero con un diagnóstico y tratamientos adecuados y la educación del paciente se puede lograr un buen control de la enfermedad.


¿Es frecuente el asma en México y en Los Cabos, porque?
Sí, es frecuente en todos los países, independientemente de su grado de desarrollo. Más del 80% de las muertes por asma tiene lugar en los países de ingresos bajos o medio bajos, ósea en desarrollo. Para lograr un control eficaz es imprescindible que los medicamentos estén disponibles a la población más vulnerable.

En México de 112 millones de mexicanos, se calcula que aproximadamente 40 millones de mexicanos padecen una enfermedad alérgica y por lo menos 5 millones tienen asma.

El estudio del ISAAC (estudio internacional del asma y enfermedades alérgica en la infancia por sus siglas en inglés) es un estudio que evaluó los patrones globales de la prevalencia y severidad de los síntomas de estas enfermedades reporto que en México la prevalencia de Rinitis Alérgica varia del 11% en pacientes de 6-7 años de edad hasta un 15% en el grupo de 13 años; un 6% en Dermatitis atópica  y 8.5% en Asma.


Como se debe de aplicar el tratamiento:
Como lo recete y lo explique el médico tratante. Lo importante es controlar la enfermedad y evitar las urgencias por mal control o mala aplicación del tratamiento.

Generalidades de los inhaladores:
Son medicamento de rescate, eso quiere decir que tenemos que utilizarlos siempre que se tenga una crisis o un episodio agudo. Se tiene que tener un tratamiento de mantenimiento.

Los espaciadores, donde los encontramos, porque funcionan.
Funcionan porque evitan que el disparo a gran velocidad deje el medicamento impactado en la faringe del paciente, y después cerca del 90% se deglute o se traga, haciendo que el medicamento no se aplique en las vías respiratorias y por lo tanto no funcione. Con el espaciador permite que el medicamento quede suspendido para poder inhalarlo y ahí es justo donde queremos que ingrese, en las vías respiratorias no en el tracto gastrointestinal.
Se encuentran con tu médico y él te enseñará a manejarlo.

De todas formas este es un video informativo  español donde explican cómo utilizar los dispositivos de manera fácil.



 

MITOS DEL ASMA

El asma es una alergia.
Falso. Lo que ocurre es que aproximadamente 50% de los asmáticos tiene también algún tipo de alergia y, en ellos, los estímulos ambientales, ciertos alimentos (solo un 2% de asmáticos tiene una alergia alimenticia que podría inducir una crisis) y medicamentos pueden desencadenar un episodio de asma.
Si a mi hijo no le falta el aire, no es asmático.
Falso. Un gran número de asmáticos nunca o casi nunca se asfixia. El síntoma más importante y, en ocasiones, único puede ser la tos, especialmente aquella asociada a ejercicio; infecciones respiratorias; cambios bruscos de temperatura (especialmente de calor a frío); inhalación de algunos químicos o, incluso, reírse.


El asmático debe usar medicamentos solo cuando tiene síntomas.
Falso. La enorme mayoría de los asmáticos mantiene inflamación persistente en los bronquios y los pulmones, y debe utilizar sus medicamentos regularmente, incluso, cuando se siente bien. Si se demuestra por métodos objetivos (medidas de función e inflamación pulmonar) que la enfermedad está controlada y los episodios de pecho apretado son muy esporádicos, algunos asmáticos podrían usar tratamiento intermitentemente, recibiendo vigilancia estrecha.


Las medicinas para el asma son peligrosas.
Falso. Más de 250 mil personas mueren prematuramente por asma cada año. La enorme mayoría por estar mal medicada.
Los medicamentos para asma son seguros y efectivos, cuando son bien utilizados.
Los esteroides inhalados (no tienen relación con los que usan ilegalmente algunos atletas para aumentar sus músculos) constituyen el mejor tratamiento que tenemos para controlar el asma y evitar que la enfermedad produzca al asmático daño permanente.


Las vacunas contra alergias curan el asma.
Falso. Las vacunas contra alergias no curan el asma. En algunos asmáticos que también tienen alergias y cuya enfermedad es desencadenada por ellas, las vacunas pueden tener algún papel dentro del tratamiento, pero esto debe ser individualizado. De hecho, las vacunas contra alergias están contraindicadas en todos los niños menores de 5 años de edad y en todos aquellos que no tengan su asma controlada. No deben ser utilizadas para reemplazar tratamientos que han demostrado ser efectivos y seguros. Los mayores y mejores estudios publicados hasta ahora arrojan resultados conflictivos y sugieren que la mejoría en la percepción de los síntomas es frecuentemente mayor que la mejoría objetiva que se puede medir con pruebas respiratorias. Vacunar a todo asmático (y a todo alérgico) es un error.


El asmático no debe “agitarse” ni “serenarse”.
Falso. Uno de los objetivos más importantes del tratamiento es devolver al asmático su calidad de vida. Un asmático bien controlado debe tener la misma calidad de vida que alguien que no tiene asma, lo cual incluye practicar el deporte de su elección. Los servicios de urgencias de hospitales alrededor del mundo están llenos de asmáticos mal controlados. Un asmático con buen control y bien educado en su enfermedad tiene mínimas posibilidades de tener que buscar atención de urgencia.


El asma se cura con la edad.
Falso. El asma no se cura (hasta hoy) ni con la edad ni de ninguna otra forma. Hay personas cuyos síntomas se apaciguan en algunos momentos de la vida (p.ej.: adolescencia, embarazo, cambios de ciudad o país). En esos determinados momentos, esta puede comportarse de manera diferente y algunas personas que se asfixiaban antes y ya no lo hacen, tienden a pensar que su enfermedad se curó, pero no es así. La enfermedad está en sus genes y los acompañará adonde vayan.


Los remedios naturales curan el asma.
Falso. No tenemos cura para el asma hasta este momento, natural o no natural, y reemplazar los medicamentos por remedios naturales ha demostrado miles y miles de veces ser inefectivo y peligroso. Tampoco hay dietas que curen o detengan el asma. Una dieta balanceada; hacer ejercicio regularmente; utilizar medidas para controlar el estrés y los contaminantes ambientales; disminuir el consumo de preservativos y otros químicos; bajar de peso y disminuir así el reflujo de ácido desde el estómago hacia arriba; sacar a los animales de las habitaciones y seguir las medidas generales de higiene pueden ayudar a disminuir el riesgo de exacerbaciones.


Los chihuahuas (u otros animales) curan el asma.
Falso. La Luna no es de queso, los minotauros no existen y los chihuahuas no curan el asma. Los mitos y leyendas urbanas son solamente eso. Mitos.

El asma se cura.
No es cierto. Es una enfermedad crónica que se puede controlar pero no curar. Aunque muchas personas asmáticas en la infancia ven que los síntomas remiten casi totalmente al llegar a la edad adulta, también es un hecho que los síntomas pueden volver a presentarse más adelante...

El asma es hereditario.
Pues tampoco, lo que ocurre es que existe una predisposición genética. Las personas con antecedentes familiares de asma o de alergias tienen mayor riesgo que la media de desarrollar la enfermedad.


Es algo psicológico, el enfermo cree que se ahoga y que no puede respirar.
Para nada, el asma es una enfermedad física muy condicionada emocionalmente. El estrés hace que se agrave.


"No tengo asma, lo que me pasa es que soy alérgico".
Confundir asma con alergia es frecuente pero aunque van de la mano son cosas diferentes. Hay asma sin alergia aunque la mayoría de asma tiene alergia. De los pacientes asmáticos la mayoría tienen rinitis pero no al revés


Si tienes asma no puedes hacer deporte.
Falso, en realidad el ejercicio está indicado en pacientes alérgicos pero hay que adaptarlo a esta patología. El paciente debe aprender a controlar su enfermedad siguiendo el "plan de acción" creado por el especialista que le trata. Con ese tratamiento personalizado y conociendo bien los factores individuales que desencadenan sus crisis, cualquier persona con asma puede controlar sus síntomas y practicar su deporte favorito.

A los asmáticos no les conviene viajar.
Sí que se puede viajar pero llevando siempre la medicación prescrita por el médico y valorando tanto la zona como las condiciones climáticas. Ir a zonas rurales o cerca del mar sería lo ideal.

Rechazar el diagnóstico porque "yo nunca he tenido asma ni alergias".
No ser alérgico de niño no nos exime de padecer alergias de adulto. El asma no desaparece con la edad y puede aparecer en cualquier momento de la vida.

Cuanto más limpia esté la casa mejor.
La hipótesis higiénica es una de las más controvertidas. Mientras que unos apuestan por la limpieza extrema otros aseguran que el aislamiento de las viviendas favorece la aparición de ácaros. En lo que sí hay que disminuir la humedad en casa, ¡tiende la ropa fuera! o en una habitación aislada.

"Me ha contagiado mi hermano".

Al contrario, tener hermanos mayores puede reducir el riesgo de sufrir asma. Además, la enfermedad se genera por una respuesta errónea de las defensas a sustancias o situaciones que no deberían provocar la reacción inflamatoria que provocan, y por tanto no es contagiosa.

miércoles, 12 de marzo de 2014

Accidentes en el Hogar


Accidentes en el Hogar

Nuestro hogar, es el sitio en el cual vamos a descansar, en el que trazamos planes para mejorar nuestras condiciones de vida. En nuestro hogar crecen las esperanzas de ver a nuestros hijos felices, llenos de alegría. Aquí planificamos nuestro futuro. Es el sitio donde encontramos apoyo ante cualquier percance, aquí vive nuestra familia.

Sin embargo nuestro hogar no está exento de amenazas, cada año, los accidentes en el hogar cobran un gran número de vidas. Después de los accidentes de tráfico, son la segunda causa de mortalidad principalmente en los menores de edad y en los adultos mayores.

 Recuerden que los accidentes son evitables en más del 90% de los casos, olvidemos que son producto del azar y que si seguimos algunas recomendaciones podremos evitar accidentes y conservar la integridad de nuestras familias.

Un accidente es un acontecimiento fortuito, generalmente desgraciado o dañino, independiente de la voluntad humana, provocado por una fuerza exterior que actúa rápidamente y que se manifiesta por la aparición de lesiones orgánicas o trastornos mentales.

Los accidentes en el hogar se definen como aquellos acontecimientos inesperados que ocurren tanto en la vivienda propiamente dicha como en el patio, el jardín, el garaje, el acceso a pisos o escaleras.

Entre los accidentes más importantes encontramos los siguientes:
  • Caídas.
  • Intoxicaciones, alergias e irritaciones.
  • Quemaduras.



¿Qué puedo hacer para prevenir caídas?
  • Mantén el suelo lo más libre de obstáculos que sea posible.
  • En el baño, utiliza alfombras o adheribles anti-deslizantes.
  • Asegúrate que las puertas, balcones y ventanas que den acceso a zonas que propicien una caída dispongan de un sistema de bloqueo que impida que los niños puedan abrirlas.
  • Usa zapatos con suela de goma para que no te resbales.
  • Camina por el pasto cuando las banquetas estén resbalosas.


¿Qué hago para prevenir una intoxicación?
Es común que en nuestro hogar tengamos varios productos que puedan provocar una intoxicación en niños y adultos. Es muy importante tomar precauciones para poder prevenirlas.
  • Guarda por separado medicamentos, venenos y derivados de petróleo, con

  • etiquetas, en su envase original y en lugares altos. Es mejor si lo haces en cajas o muebles que puedan cerrarse con llave.
  • Mantén los alimentos refrigerados, pero no por mucho tiempo.
  • Procura no tener estufas de gas o fogones de leña en el mismo lugar donde duerme alguien, especialmente si es en cuartos cerrados sin ventilación.
  • Sólo toma medicina cuando sea indicado por un médico.
  • Usa envases y contenedores que sean a prueba de niños. Cierra muy bien sus tapas.

¿Qué hago para prevenir quemaduras?
Los accidentes por quemaduras dentro del hogar son algo común, sobre todo cuando las temperaturas bajan y se encienden estufas y calefacción que pueden ponernos en riesgo, especialmente a los más pequeños.
  • Selecciona y utiliza objetos que tengan elementos de agarre aislante (mangos, asas, etc.) en buen estado.
  • Evita las salpicaduras usando cubiertas o tapaderas en la cocina.
  • Aleja a los niños de la cocina y zona de planchar.
  • Guarda encendedores, cerillos y líquidos inflamables en un lugar seguro que esté fuera del alcance de los niños.
  • Siempre comprueba la temperatura de los alimentos y bebidas calientes que les das a tus hijos para evitar quemaduras.

Casi todas las habitaciones de la casa contienen sustancias de uso común que pueden generar intoxicaciones, alergias e irritaciones:
 


Los accidentes no se producen por casualidad, sino que son la consecuencia predecible de una combinación de factores humanos y ambientales. Lo importante es conocer las causas que los provocan para poder prevenirlos y, así, dejar el mínimo margen a la casualidad.

En un accidente intervienen tres elementos:
  • La persona que sufre el accidente.
  • El agente, es decir, el objeto, elemento o mecanismo que desencadena el accidente y que puede ser peligroso por sí mismo (enchufe, cable, pesticida, etc.) o que lo es debido a un defecto de diseño o de fabricación, o bien a una utilización incorrecta (sobrecargar un enchufe, dejar el sartén con el mango hacia el exterior, conducir a exceso de velocidad, etc.).
  • El entorno, que es la situación o circunstancia en que se produce el accidente; puede ser de naturaleza física, social, económica, cultural o psicológica.
A partir de estos tres elementos se pueden considerar algunas medidas con miras a prevenir los accidentes en el hogar.


Persona

Grupo de Edad
Cambios Fisiológicos / Psicológicos
Accidentes más Frecuentes
Menor a 1 año
Conocimiento del sonido, movimiento, tacto y color. Etapa oral del niño (curiosidad por introducir objetos a la boca).
Asfixia por cuerpo extraño en vía aérea.
Violencia y maltrato infantil
1 a 6 años
Edad del movimiento, curiosidad, exploración (de la mano a la boca), desarrollo del lenguaje, intensa actividad física, imaginación e imitación, juego cooperativo social, coordinación física.
Asfixia por Inmersión, Quemaduras por líquidos, caídas en braceros, fogones o estufas. Intoxicaciones, Electrocutaciones
6 a 12 años
Juego independiente, interés físico e intelectual, interés en las artes, la construcción, la ciencia y los trabajos manuales.
Accidentes de tránsito al jugar cerca de la casa con bicicletas, patines, etc.
Lesiones por arma de fuego y punzocortantes
Adultos mayores
Lentificación del control postural, disminución de la agudeza visual.
Caídas
Amas de Casa
Manipulación de objetos.
Quemaduras, Heridas, Caídas



Agente

Accidente
Agente
Asfixia
Monedas, alfileres, corcholatas, restos de alimentos, semillas, etc.
Caídas
Obstáculos, pisos resbaladizos, alfombras sueltas, iluminación deficiente, calzado inadecuado, juguetes, lazos, ropa tirada, falta de protección en las ventanas, muebles en mal estado, etc.
Heridas
Objetos punzocortantes (cuchillos, tijeras, alfileres, navajas, etc.)
Intoxicaciones, Alergias, Irritaciones
Medicamentos, productos de limpieza, insecticidas y productos de jardinería, pinturas, solventes y adhesivos combustibles (y productos derivados de la combustión), productos de perfumería y cosmética, bebidas alcohólicas.
Quemaduras
Sólidos calientes (planchas, estufas), líquidos calientes (aceite o agua), sol, frío, etc.; ácidos (clorhídrico, sulfúrico, muriático, etc.) y álcalis (sosa cáustica); veladoras, cigarrillos, cerillos, encendedores.
Electrocuciones
Descargas eléctricas a diferentes voltajes.
Lesión por arma de fuego
Armas de bolsillo.



  
El botiquín de primeros auxilios debe estar instalado en un lugar accesible y conocido por los habitantes de la casa, pero fuera del alcance de los niños pequeños. Una caja hermética y que sea fácil de transportar.
Su contenido ha de permitirnos hacer frente a las situaciones que con más frecuencia se presentan en el entorno doméstico, por lo que su composición puede variar según las circunstancias, siendo recomendable que contenga, al menos, los siguientes elementos:
Que debemos tener en un botiquín en casa.


Que debemos tener en un botiquín en casa.

Material de curas:
 

Cúritas
Gasas y compresas estériles
Antiséptico de clorhexidina (al 1%)
Guantes desechables, estériles y normales (de examen médico)
Micropor

Vendajes:
Vendas de distintos tamaños, longitudes y materiales (de gasa, elásticas, etc.)

Medicamentos:
Analgésicos (paracetamol) para la fiebre y el dolor
Antiinflamatorios (ibuprofeno)
Pomadas para quemaduras (sulfadiacina, nitrofurazona, etc.)
Pomadas para picaduras de insectos
Solución oral rehidratante
Antiácidos (para la acidez de estómago)
Antieméticos (para las náuseas y vómitos)

Varios:
Manual de Primeros Auxilios Básicos
Termómetro digital
Tijeras
Antiséptico para manos
Jeringas de diferentes tamaños





¿Cómo actuar ante un accidente en el hogar?

Importante: Si la lesión parece muy seria, pida ayuda de inmediato. (Llamar 066)
  • No mueva al lesionado a menos que sea absoluta- mente necesario; puede causarle mayor daño.
  • Permanezca en calma, brinde tranquilidad y con- fianza al lesionado, y recuerde que lo más importante es:
  • Conservar la vida.
  • Evitar complicaciones físicas y psicológicas.
  • Ayudar a la recuperación.
  • Asegurar el traslado del o los accidentados a  un servicio de urgencias según se requiera.
  • Actúe si está seguro de lo que va ha hacer. Si tiene dudas es preferible no hacer nada, porque es pro- bable que el auxilio que preste no sea el adecuado y que contribuya a agravar al lesionado.


¿Qué se puede hacer ante un accidente?

Contusiones por caídas. Altura igual o mayor a la persona/niño.
  • Cualquiera puede causar hemorragia cerebral. Acudir al Dr.
  • Llevarlo a urgencias.
  • No darle nada de tomar o comer.
  • Evitar que se duerma.
  • Puede estar acompañada de herida.


Heridas, Caídas, cortadas, raspaduras, mordidas, herramientas…
  • Lavar con agua y eliminar suciedades.
  • Aplicar presión directa y levantar el brazo/pierna.
  • Cubrir con gaza/trapo limpio.
  • Llevar al doctor para sutura.


 

Químicas, físicas. Niños en cocinas, jugando con fuego, Electricidad y agua.
  • Enjuagar con agua.
  • No aplicar nada. Ir al Dr.





Alergias por medicamentos, alimentos, plantas, sustancias. Dificultad para respirar. Ronchas. Ingestión de sustancias tóxicas. Envenenamientos: sustancias en envases conocidos como botellas de refresco. Plantas. Medicamentos.
  • Llamar a emergencia
  • Que no vomite
  • Llevar al hospital la sustancia


Crisis convulsivas. Personas con epilepsia, golpes, FIEBRE
  • No meterle los dedos
  • Sujetar levemente la cabeza para evitar golpes
  • Llamar a emergencias.


Animales: mordidas, piquetes: alacranes, arañas, chinches, moscos, abejas, víboras, perros, gatos.
  • Atrapar al animal y llevarlo al hospital.
  • Quitar con una tarjeta de crédito o presentación el aguijón.


Ahogamiento /semi-ahogamiento

  • Llamar a 066
  • Posición y ventilación asitida- RCP