ARRUGAS
La
mayoría de las arrugas se dan a raíz de los cambios en la piel por el
envejecimiento. El envejecimiento de la piel, del cabello y de las uñas es un
proceso natural. No hay nada que usted pueda hacer para disminuir la tasa de
envejecimiento de la piel, pero sí existen muchos factores ambientales que la
acelerarán.
¿Qué
son?
Las
arrugas son pliegues en la piel. A
medida que la piel se va deteriorando en el tiempo, por el sol, el tabaco, el
stress, etc., es decir por la producción de radicales libres, van apareciendo.
La
exposición frecuente a los rayos solares provoca la aparición precoz de arrugas
y áreas oscuras en la piel (manchas por la edad) e incrementa igualmente las
posibilidades de desarrollar cáncer en la piel. La exposición al humo del
cigarrillo también puede llevar a que la piel se arrugue más pronto.
Entre
más jóvenes empezamos a prevenirlas mejores resultados obtendremos. Si te
cuidas de las causas antes mencionadas puedes retardar el envejecimiento de la
piel.
Tipos:
Arrugas
de expresión: Las que se manifiestan con el movimiento, es decir con la mímica
o expresión facial. Son las arrugas del entrecejo, de la frente, perioculares…
Arrugas
gravitatorias: Producidas por la pérdida de tensión y tersura de la piel, son
principalmente las del tercio inferior de la cara.
¿Cómo
tratarlas?
Con
el tratamiento adecuado podemos retrasar la aparición de estas arrugas, o de
suavizarlas una vez que se han establecido.
La
toxina botulínica o Botox actúa relajando los músculos que provocan
dichas arrugas, por lo que éstas desaparecen confiriendo al rostro un aspecto
relajado y sin arrugas. En definitiva más joven. Actúa de forma selectiva sobre
la zona predominante del músculo, relajando la expresión del rostro ya que
evita la formación de la arruga sin perder la expresividad personal.
Este
efecto se manifiesta a los 3 días aproximadamente de ser inyectada. Su duración
es de 4-6 meses, siendo lo recomendado realizar 2-3 tratamientos anuales para
mantener un aspecto siempre joven
Alimentación
Asegúrate
de tomar las vitaminas y mineral que tu cuerpo necesita. Las frutas y las
verduras nos proveen con estos valiosos nutrientes y es importante incluirlos
en nuestra alimentación.
El
agua tomada o comida (en verduras y frutas crudas) es el humectante más
valioso. Tu cuerpo necesita agua, la deshidratación se nota primero en la piel.
Puedes usar los humectantes más caros, pero sin tomar agua no obtendrás
resultados.
Sigue
una alimentación sana que incluya grasas saludables como el aceite de oliva,
girasol y las grasas omega tres.
Tu
piel debe de mantenerse limpia. Nunca duermas con maquillaje. Estas intoxicando
tu piel, obligándola a absorber sustancias nocivas y evitándole que respire.
Seguir
una rutina de belleza diaria no tiene que ser complicada. Limpieza y
humectación son lo más importante pero es recomendable usar todos los productos
necesarios. Es vital tener disciplina, crear el hábito de limpiar y humectar la
piel.
Selecciona
tus cosméticos basándote en la calidad de los mismos no la cantidad.
Hacerte
limpiezas faciales profesionales, las cuales son muy efectivas para limpiar tu
piel y el masaje ayuda a mantener el tono de los músculos evitando así, la
flacidez
Exfoliación
Evita el sol.
Es
el peor enemigo de tu piel. El sol es el responsable de muchas de nuestras
arrugas y manchas. Usa pantallas solares, son a base de minerales que no
permiten la entrada de los rayos solares. ¿Te acuerdas como nuestras abuelas
usaban sombrillas y sombreros? Esa era la razón. Además evitaban el sol a las
horas más fuertes, nosotros debemos hacer lo mismo.
Sonríe,
sonríe, sonríe.
El
estrés, la ansiedad, la tristeza y en fin todo sentimiento negativo afecta
nuestra apariencia.